El Leyma jugó el mejor partido de la temporada, pero el acierto exterior del Plasencia en el tercer cuarto lo condenó a la sexta derrota consecutiva
Fuente: www.laopinioncoruna.es
(Foto: Eduardo Vicente) |
Si te meten seis triples en un sólo cuarto y además los árbitros se empeñan en regalar puntos gratis al rival, poco se puede hacer. De nada le valió al Leyma jugar el mejor partido del año. El acierto exterior del Plasencia repartido principalmente entre dos hombres, Barcelo (6 triples para 21 puntos) y Bustamante (3 triples con un 80% de efectividad) y varias controvertidas decisiones de los colegiados, con dos faltas antideportivas, provocaron la sexta derrota consecutiva local.
Al conjunto de Antonio Pérez -más cabreado que nunca con la pareja arbitral- le queda el consuelo de que ya acumula más virtudes que defectos. La defensa rozó la perfección en determinadas fases del partido, en las cuales obligaron a los cacereños a agotar sus posesiones para encontrar el hueco e impidiendo tiros fáciles. En el ataque todavía queda mucho por andar. Ayer sólo Bradd Wierzbicki (23 puntos) cogió las riendas.
El comienzo fue caótico. Un parcial de 0-12. A los visitantes les salía todo y mientras el Leyma arrastraba sus problemas habituales de cara a canasta. La primera no llegó hasta casi mediado el primer cuarto y un triple posterior de Añaterve Cruz cambió la dinámica del duelo, aunque sobre todo lo que animó la remontada naranja fue la entrada en cancha de Wierzbicki. Sus acciones dejaron al Leyma a sólo siete puntos (11-18) al finalizar el primer cuarto. Era un auténtico milagro con la que estaba cayendo en la Polideportiva. Los herculinos se vinieron arriba y jugaron sus mejores minutos, con el norteamericano en plan estrella. Seis puntos consecutivos suyos dejaban al conjunto local a un paso de culminar la remontada, aunque el marcador nunca se llegó a igualar y al descanso la distancia se cifraba en cinco puntos.
A la vuelta de los vestuarios entró Bustamante y entre él y Barcelo zanjaron el duelo. Tiro que intentaban, tiro que entraba. Así hasta seis triples en el tercer cuarto y tres en el último. Parecían tocados por una varita mágica. Los árbitros tampoco ayudaron. Dos rigurosas antideportivas y concesiones de 2+1 discutidas hundieron al Leyma, que no obstante mostró un carácter hasta ahora desconocido.
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